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sábado, 29 de junio de 2013

HANNAH ARENDT

Hacer una película como Hannah Arendt es un atrevimiento poco común. Casi dos horas de metraje sobre la vida y tarea de una filósofa: la directora debe padecer algún tipo de delirio o ser adicta a sustancias ilegales. O es dueña de una voluntad kamikaze. Margarethe Von Trotta es la responsable, y sale airosa de la aventura: la película tiene pulso, casi intriga; no es un entretenimiento fácil para el gran público, pero tampoco requiere un doctorado antes de sacar la entrada.

La narración se centra en el episodio de la vida de HA en el que cubre el juicio a Eichmann en Jerusalén, así como la reacción a sus crónicas entre el mundo judío. Como es conocido, HA era justamente de ese origen, aunque, como se dice en la película, no mostraba especial adhesión ni fidelidad a ningún pueblo. Esto le permite (la expresión es suya) “pensar sin barandillas”. Y quien piensa de esta manera, es decir, quien piensa, suele vivir incómodamente, fuera del calor del rebaño y de las palabras que el colectivo quiere escuchar. En el frío, en los márgenes.

Para los que no conozcan la historia, Adolf Eichmann fue un nazi que huyó tras la guerra a Argentina, donde fue secuestrado por el Mosad para ser juzgado en Jerusalén. A lo largo del proceso no mostró especial orgullo ni tampoco arrepentimiento por pertenecer a la eficacísima máquina de exterminio alemana. Se mostró como un funcionario obediente y aplicado, para lo cual contó (según explica HA) con la colaboración más o menos activa de muchos líderes judíos, aunque haya que hablar de colaboración por omisión, o colaboración “para evitar males mayores”.

Lo que conmocionó a la comunidad judía fue precisamente que HA no señalase a Eichmann como un monstruo, sino como un disciplinado ejecutor sin arraigadas convicciones, que hiciese una crónica escasamente ideológica, una mezcla de periodismo de transcripción y de reflexión filosófica acerca de la “banalidad del mal”, otra expresión suya con la que quiere decir que, si bien los propósitos del genocidio nazi fueron de una maldad nunca conocida antes, el proceso mediante el que se llevó a cabo se fundamentó en una obediencia y eficacia que no pueden llamarse propiamente maldad. Algo así como utilizar a la mediocridad como instrumento de la maldad.

Eichmann cumplía órdenes: eso fue suficiente. Hemos oído tanto esa justificación que a muchos parece satisfactoria. Sin duda cumplieron órdenes, y de qué manera, los que torturaron bajo la dictadura militar argentina; también los que encendían la hoguera por orden del inquisidor, y lo mismo hicieron los que dispararon al condenado a muerte tras la voz ejecutiva del oficial. Y los que tomaron el Congreso el 23-F, los que aplastaron a la multitud en Tiananmen, en la plaza de Wencesalao, en Praga… No había nada personal en ello: simplemente cumplían órdenes.

La actriz, Barbara Sukova, muestra una contención intensa que transmite inteligencia, compromiso con la humanidad, bondad y amor, también expresa los mismos defectos que casi todos poseemos. Se fuma todo el tabaco que es posible en las dos horas de película. El resto de los actores cumplen sin estridencias.

Entre lo que menos me ha gustado, las referencias a Heidegger, que son vagas, falta desarrollo, tanto a su cooperación con el régimen hitleriano como a la historia de amor con su alumna judía, una joven Hannah que quiere que le enseñe a pensar (al respecto, hay un curioso libro de Manuel Cruz, titulado Amo, luego existo, que explica esta relación que un lógico calificaría de contradictoria). Creo que lo que cuenta de la colaboración de los líderes judíos con el nazismo también necesita algunos minutos más para que quede claro en qué consistió exactamente, algo que en el libro sí se explica pero en la película resulta demasiado brumoso. Y, por último, tampoco estaría de más explorar la complicada amistad entre ella y Hans Jonas (según he leído, venía de su estancia en la universidad, en la que eran los únicos judíos en la clase, ambos alumnos de Heidegger).

En  cualquier caso, una película que vale la pena ver. Y rápido. ¿O alguien cree que estará en cartel mucho tiempo? Si podéis, en versión original: se habla en inglés, a veces en alemán y durante el juicio en hebreo. Por cierto, las escenas del proceso son las originales de la época, pero están magníficamente insertadas, de tal modo que parece un flashback en blanco y negro.

Rara avis. ¿Cuántas podemos ver de este estilo cada año?




15 comentarios:

  1. Precisamente estos días estaba pensando en ir al cine, al que no acudo desde febrero y he estado viendo la cartelera. Me atraía pero me daba miedo al mismo tiempo, por si resultaba un rollo insufrible. Me apetecía una comedia ligera, algo con muchas risas, aunque me parece que me has convencido.
    Arendt es la única filósofa que ha conseguido que lea un libro suyo entero, de cabo a rabo: "La condición humana". Y eso para mí es todo un logro.
    Ya te cuento si finalmente voy.

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  2. Leído el post, creo que voy a mirar la cartelera de los Renoir y los Golem... Gracias por el comentario de la película, Atticus. Besos.

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  3. Lo de las pelis es siempre un misterio; personas que creemos que van a disfrutar no lo hacen, y al revés. Pero merece la pena intentarlo. Yo estuve en unos multicines de esos que están en el extrarradio, poco amigable, pero la película deja fuera a adolescentes ruidosos y palomiteros. Es más, la compañía era excelente, y le gustó la película. O sea que a probar. Si no es de vuestro agrado, me pasáis la factura (9,40 me costó a mí).

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  4. bueno, brother, ya me la cuentas: de gratis ;-)

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    1. Ya te veo, ya, en pleno summer. Te veo más con las hannahs playeras, teutonas ellas, farfullando en tedesco ich liebe dich, fraulein, mein Got!

      Yo dejé el maletín en posición off hasta septiembre. Veo que me ganas.

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  5. Pues la verdad es que me atrae bastante esta peli. Derspués de leer tu reseña queda anotada.
    Besos

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    1. Otra ingenua a la que he engañado. Por aquí últimamente sólo tienen inquietudes unas cuantas mujeres. Porque el CrisC está en posición summer o no ha cobrado.

      Que la veas. Vale lo mismo que antes: por donde tú vives el cine cuesta uno (y la yema del otro), así que si no te gusta ya sabes.

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  6. Gracias por la recomendación, Atticus, intentaré escapar del "dolce far niente" e ir a Madrid a verla. ¡Ah! Y tú no te pierdas SEARCHING FOR SUGAR MAN. Es una experiencia distinta de película que además te devuelve la fe en la condición humana.¡Un milagro, en estos tiempos que corren!

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    1. No hay de qué. Pero escapar de eso que dices tan dolce y tan niente comprendo que es difícil. A mí estos días se me hace imposible, deliciosamente imposible... Pero la peli de la que hablas, aunque no me tiraba mucho, igual me pide audiencia mañana. Estoy oyendo su música. Aprovecho y cambio en el centro comercial un jersey que era fucsia en la tienda y rosa en casa... Y de paso compro unas copas, que el otro día dejé el estropajo a una mujer demasiado enérgica y ya sólo me quedan vasos de Ikea.

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  7. Excelente review! no he visto la película aunque ya había esuchado sobre ella, solo que no recordaba... me han dado ganas de mirarla :D
    saludos!

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  8. Gracias, E.C.Belmont. Por entrar aquí y por tu comentario. Cuando la veas nos dices.

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  9. La vi ayer, y tienes razón Atticus cuando dices que la película "tiene pulso, casi intriga". Me sorprendió, creí que sería más plomiza. Una película de gente que piensa, y de gente que no sabe leer y que se deja llevar por el ruido de fondo. Sales del cine y la peli no se ha acabado, te la llevas a casa.

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    1. Eso de llevarse la peli a casa es cada vez más infrecuente. Por eso nos parece tan caro, porque si nos la llevásemos duraría más y por lo tanto el coste por minuto disfrutado sería menor. También me parece interesante lo que dices de la gente que se deja llevar por el ruido de fondo. Es que es muy difícil pensar contra la marea, pero mucho.

      Me alegra que te haya gustado. Ya veo que para ti el mes de agosto no es sinónimo de siesta full time.

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    2. Para siesta full time ya están las oscuras tardes de invierno.

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  10. En el día de hoy "El País" publica un interesante artículo al respecto. Os pongo en enlace:

    http://elpais.com/elpais/2013/07/25/opinion/1374764105_218903.html

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